
Dirgida por James Gunn
Reseña por Huguito
Esta
sí era una apuesta fuerte de la gente de Marvel.
Porque, mal que mal, lo que
comenzó con Iron Man y terminó en Vengadores, lo que sería la Fase I de acuerdo
a su plan de negocios, tenía cierto riesgo pero con contar una historia más o
menos decente iban a salvar las papas, estábamos hablando de héroes conocidos
en todo el mundo, recuperar la iban a recuperar.
Guardianes
de la Galaxia, por otro lado, era un piletazo monumental. Tomar
a un grupo, que fue relanzado hace un par de años con críticas mejores a sus
volúmenes de venta era arriesgado. Que en dicho equipo no hubiera ni un sólo
héroe conocido por el mainstream era un escalón más. Y bueno, que uno de los
personajes principales fuera un mapache que hablaba, directamente era hacer BMX
con una bicicleta Aurorita.
Pero
ahí los tenés a los Guardianes, paseándose por la pista, tirando figuras y
recibiendo los aplausos de los jueces y del público.
El
director James Gunn sabía que lo que le tocaba no era fácil, pero igualmente
saca de la galera una película que tiene todo lo que uno busca de un film de
aventuras.
Tenemos a Peter Quill, un chico que fue abducido (por encargo?) a los 10 años de la Tierra y fue criado por un grupo de ladrones y contrabandistas. Chris Pratt transmite lo que uno conoce del personaje en el papel, es un chanta pero se nota que la nobleza le brota, podía limitarse a ser la cara bonita pero el actor le pone lo suyo y vos lo ves a Starlord, le creés lo que te quiera vender.
Tenemos a Peter Quill, un chico que fue abducido (por encargo?) a los 10 años de la Tierra y fue criado por un grupo de ladrones y contrabandistas. Chris Pratt transmite lo que uno conoce del personaje en el papel, es un chanta pero se nota que la nobleza le brota, podía limitarse a ser la cara bonita pero el actor le pone lo suyo y vos lo ves a Starlord, le creés lo que te quiera vender.
Starlord
se hizo con un orbe por encargo de Yondu, su mentor, pero decide hacerlo guita
por su cuenta, por lo que su cabeza pasa a tener un valor. Valor que
intentan obtener Rocket, un mapache alterado genéticamente y Groot, un
árbol humanoide. Pero lo que está en el interior del orbe vale, tanto como para
interesarle a Thanos, quien envía a una de sus hijas adoptivas, Gamora, para
hacerse con el mismo, aunque ésta tendrá sus propias ideas respecto al aparato.
En el intento de los 4 por hacerse de sus respectivas recompensas, son encarcelados
y allí conocen a Drax, el destructor, quien juró venganza contra Thanos y su
mensajero, Ronan El Acusador, quien mató a su mujer y su hija. Y no estando
ninguno de los dos cerca, hacerse con la vida de la hija adoptiva de uno no le
parece una mala idea.

Como
ven, la película tiene una premisa interesante y sabe sobrellevar muy bien
conlo que podía ser una carga, lo que es no contar con un personaje que le
sirva de nexo entre esta película y el resto del Universo Marvel. Se había
hablado de un cameo de Tony Stark, tal y como pasó en el último tiempo en el
comic, pero sinceramente no fue necesario. Como nexo está un enemigo común a
futuro, Thanos, y la figura de El Coleccionista, que aparecía en la escena post
créditos de Thor: Un Mundo Oscuro y con eso, a mi entender, basta y sobra,
porque la película genera por sí misma su propio Universo y sale ilesa.
Así
como señalé lo del cast de Starlord, me detengo también en otro en el que la
lupa estaba posada: Dave Bautista, o como los que gozamos de sus peleas en la
WWF lo conocemos, La Bestia Batista. Bautista es un luchador de catch y uno no
esperaba demasiado de él, pero sinceramente transmite lo que un antihérope
atormentado como Drax atraviesa a lo largo de la película. Casi diría que pasa
como con Robert Downey Jr. que para siempre va a ser Tony Stark, Bautista va a
ser Drax y viceversa.

El
villano quizá sea un punto flojo, ponele, Ronan podría haber tenido un poar de
escenas más, pero sabemos que en la primer película, y más si es de un grupo,
hay que explotar y conocer a los protagonistas, el malo va a estar ahí de
excusa para que el grupo se pruebe como tal.
En
resumen, no busquen que les solucione la vida, no van a encontrar el mensaje
superador de La historia de Pi, no los va a dejar reflexionando como una de
Cronenberg, es una película de acción de los ¿superhéroes? más inesperados del
Universo Marvel que entretiene (y mucho) y que además planta semillas para
futuras cosas. O sea, no siento que las anteriores le pesen o ésta les deba
algo, es tan sólida como la base para despegar el Universo Marvel hacia las
estrellas.
Cerrados
Saludos y si ven a DC denle una manito, parece que no se puede sentar de lo
adentro que la tienen...