Agitado, no revuelto... (parte 1)

BOND DOSSIER: PART ONE 
THE EARLY YEARS!!! 
Por Agent “Luke”. 
Comenzamos esta retrospectiva cerrada,
sobre la serie cinematográfica de Bond, James Bond.
Primero hay que decir que 007 se convirtió en un arquetipo cultural como pueden ser Superman, es decir vemos un superhéroe genérico con capa y enseguida pensamos en el kryptoniano, de igual manera si vemos un  o un detective con gorro de caza, pipa y una lupa  enseguida pensamos en Sherlock Holmes.
Con Bond pasa lo mismo: uno ve un tipo entrado en años en smoking siendo perseguido por coloridos secuaces y enseguida piensa en el 007.
Pero antes hay que hacer un poco de historia: Bond es un personaje literario, fruto de Ian Fleming, que fue agente secreto durante la segunda guerra mundial, y se supone puso mucha experiencia autobiográfica en el personaje (¿lo habrán querido capar con un rayo láser? Anda a saber…) siendo la  primer novela  “Casino Royale” del año 1953.
Fleming  es un tipo  que recorrió todo el mundo así que las aventuras que escribió no sólo tenían un cierto dejo de “veracidad” respecto del espionaje internacional sino que aderezaba las historias con muchos detalles coloridos respecto de las culturas de los lugares que Bond visitaba.
El tema es que a medida que las novelas se vendían mas y mas le empezó a picar el bicho de licenciar el personaje para radio/cine/tv empezando a meter a Bond en aventuras más  “pulp” podríamos decir, desligandolo del espionaje puro y duro de las primeras novelas.
La primera adaptación bondiola sería justamente para la tv norteamericana en el año 1954, un año después que saliera la primerisima novela, así que comenzamos por la primer adaptación:
1954- CASINO ROYALE:
JAMES BOND: Barry Nelson.
VILLANO: Le Chifre (Peter Lorre).
Así que la primer adaptación a la pantalla de Bond fue para la antología de la CBS “CLIMAX!”. El personaje fue interpretado por Barry Nelson.
La historia adapta casi linealmente la novela “Casino Royale”, familiar para los que vieron la versión de Daniel Craig. Las diferencias son que Bond pertenece a la CIA (y por lo tanto es yanki) y todo el mundo se refiere a el como Jimmy Bond. Pero hay que hacer notar que el primer villano Bond fue nada más y nada menos que … Peter Lorre!! El tipo que hizo cosas como “M” de Fritz Lang; “Casablanca” o “El halcón maltés”, acá es Le Chifree.
La serie de tv era una antología de misterio que se transmitía en vivo y a color pero la única copia que sobrevive es en blanco y negro (por ej la que se puede ver por youtube). Esta adaptación fue un virtual piloto para una futura serie de TV pero el proyecto no prosperó.
Antes de seguir hay que mencionar que al vender Fleming los derechos de “Casino Royale” a la CBS (Columbia Broadcasting Sistem) la novela se encontraría inaccesible para la EON cuando posteriormente se iniciaría la serie oficial e histórica del personaje.
Esto posibilito que en pleno furor de la era Connery  “Columbia pictures” pudiera realizar otra “adaptación” esta vez cinematográfica que funcionó como parodia de la saga de Connery, así que disculpen que rompa nuestro camino cronológico para ir hacia:
1967- CASINO ROYALE:
JAMES BOND: David Niven.
Villano: La organización terrorista SMERSH.
Director: Ken Hughes; John Huston; Joseph McGrath; Robert Parrish; Val Guest; Richard Talmadge (exacto un desconche total como la película). 
Bueno esta película producida por  “Columbia pictures” intentó subirse al tren de las parodias del género de superespías pero se aplastó por su propio peso.
La estructura del film esta basada en diferentes secuencias cortas unidas por una muy leve línea argumental:
James Bond  (David Niven) esta retirado y debe “reactivarse” para combatir a SMERSH. Este argumento que se podría haber hecho bien es el hilo conductor para que Niven vaya reclutando distintos individuos que van a realizar varias misiones y por ende protagonizar los distintos segmentos. La película es insufrible recuerdo que la pasaran por cable varias veces y nunca poder verla de una. Los segmentos más divertidos son los protagonizados por Peter Sellers que curiosamente son los diez minutos que adaptan la novela y el protagonizado por Woody Allen que hace de Jimmy Bond, el sobrino de Bond/Niven. Si los nombres impresionan le sumamos a Orson Welles como Le Chifre pero el impresionante reparto jamás logra hacer llegar a puerto el barco. Ah y también hay que sumarle el nombre de John Houston como uno de los directores una de las glorias de Hollywood. 

Luego de este breve desvío seguimos, ahora estamos en 1954 y Fleming soñaba con una serie de TV protagonizada por James Bond que no prosperó pero le dejo el presentimiento de que tenía que seguir insistiendo así que se asoció con varias personas para producir un proyecto más ambicioso entre ellas el director de cine Kevin Mc Clory que fue asistente de John Houston y entre otras cosas amante de Elizabeth Taylor.
El proyecto no funca y Fleming terminó adaptando el guión a lo que sería la novela “Thunderball” (1961) la octava de la serie. Esto sería un quebradero de cabeza para Fleming quién después de una primeriza contienda legal le reconoció la autoría de la idea a McClory.
¿Por qué sería un quebradero de cabeza? Porque es en la novela “Thunderball” donde aparece Blofeld y la organización SPECTRE.
Para ese momento el personaje era un éxito literario y entra en escena Harry Saltzman un productor de cine que terminó consiguiendo los derechos del resto de las novelas, el único problema es que no tenía un mango para bancar la producción.
La guita apareció junto con  Albert R. 'Cubby' Broccoli que estaba obsesionado con adaptar al agente británico y le propuso a Saltzman asociarse para llevar adelante la tarea.
El resultado fue la creación de la productora EON (Everithing or nothing) responsable de las películas de Bond hasta la actualidad.
El nombre ya ponía de manifiesto el carácter de piletazo que iba a tener la producción para los involucrados.
También hay que mencionar que la EON tenía de socia a United Artist, productora que fue pasando de manos (en un momento era de la MGM hasta que fue comprada por la Sony generando consecuencias legales que ya veremos en detalle).
La novela que iban a adaptar era Thunderball pero se espantaron por el despliegue necesario y optaron por “Dr. No” la quinta novela del año 1958.
Lo que hicieron junto al guionista histórico de la serie Richard Mainbaun fue simplificar la trama reemplazando a la organización rusa SMERSH por la más “globalizada” SPECTRE y acentuar el costado más comiquero del villano que ya estaba basado en Fu-Manchú.
Hay muchas leyendas urbanas respecto del casting de la película: que si le ofrecieron el papel a Humprey Bogart, que si le ofrecieron el papel a David Niven (que igualmente terminaría haciendo del personaje como vimos antes) lo cierto es que no tenían un mango y optaron por un actor escocés que venía de hacer varios papeles de reparto en varias producciones de Tarzán y para la Disney.
¿De quién estoy hablando? Bueno eso queda para la próxima entrega. 
EL MALDITO DOSSIER VOLVERÁ EN …. 
“EL WEBMASTER DE LA PISTOLA DE ORO”.

Transformers 4 o Un nuevo Bumblebee? Quiero 4!

Transformers
Age of extinction
Dir: Michael Bay
Reseña: Huguito 
Buenas a todos y acá estoy, después de un retiro autoimpuesto (?) para comentarles el último tanque pochoclero, qué digo tanque, una armada repleta de maíz explotado condimentado con tanto azúcar como tus venas puedan tolerar
Transformers 4: La Era de la Extinción nos trae una nueva aventura de los simpáticos robotitos de Hasbro a los que, en esta nueva edición, las cosas no se les están haciendo del todo fáciles en la Tierra.
La película comienza con una escena muy bien lograda, que da un pantallazo diferente a lo que sabemos sobre el fin de la era de los dinosaurios y el hallazgo de una científica de unos restos que darán por tierra con miles de años de teorías. 
En el presente, los Transformers la están pasando un toque mal. Por un lado, tenemos al gobierno de los Estados Unidos (Que, como todos sabemos, en las películas de Michael Bay toman decisiones por todo el mundo. Y en la vida real? Mmmmm) que manda a dar caza a los Transformers, ya sean Autobots o Decepticons, luego del desastre ocasionado en Chicago (Ver película anterior), que terminó con daños materiales inconmensurables y la muerte de miles de personas.
En paralelo, un oficial del Gobierno tiene a su cargo la búsqueda y captura de los robots para brindárselos a Joyce, salvo uno: Optimus Prime. El líder de los Autobots es buscado por un cazador de recompensas intergaláctico conocido como Lockdown, un Transformer que lleva a cabo esa misión para los Creadores, la raza alienígena que le dio vida a los autobots. Este acuerdo no huele nada bien. 
En el medio, tenemos a Joshua Joyce, un empresario con demasiadas reminiscencias a Steve Jobs, que se encarga, en un acuerdo con el gobierno, de tomar los restos de los Decepticons para aprender a manejar el Transformio, que no es otra cosa que el material del que están hechos nuestros amigos metálicos. Pero, la cuestión es, son sólo Decepticons lo que usan? Además, como brillante idea, utilizan la cabeza de Megatrón para crear a Galvatron, un transformer que puede ser manejado a distancia. O no?
Optimus, a fin de escapar de sus captores, se camufla como un viejo camión de corte frontal (Un claro homenaje al Optimus de toda la vida), el cual es adquirido por monedas por Cade Yeager, un inventor frustrado con problemas comerciales diversos y familiares mucho mayores, dado que tiene a su cargo a su hija Tessa, una adolescente que se rompe sola. El tema es que Cade descubre el secreto que esconde el viejo camión y termina siendo perseguido, al igual que su familia. Pero ahí estarán un grupo de Autobots sobrevivientes para dar pelea. 
Estas son las premisas básicas en las que se cimientan la nueva película de Michael Bay. Les parece un poco mucho? Y, la verdad es que sí. La película dura 165 minutos, en los cuales todas esas tramas se van entrecruzando, pero muchas terminan colgadas en el aire, sin un cierre. Tiro un ejemplo y no es spoiler para nada: La científica que descubre los restos al principio, aparece después poco y nada y su descubrimiento medio que pasa de costado. Debe ser porque no explota.
Después, es el desfile de efectos, explosiones y tomas en cámara lenta que nos tiene acostumbrados el director. El elenco es completamente nuevo, y la verdad es que Mark Wahlberg le pasa el trapo a LeWolf por lejos como héroe de acción y el cambio de “chica linda” de Megan Fox a Nicola Peltz casi ni se siente, dado que siguen ocupando el mismo rol de “mujer que cuelga/que la secuestran/que la amenazan”. No aporta otro aspecto a la película.
Pero, en líneas generales, los actores de carne y hueso cumplen con su papel, el de ser nexo para mostrarnos a nuestros queridos robotitos partirse el marulo a trompadas. 
Todos estos datos que les tiro harían pensar que estamos frente a una película mala, pero no lo es. Es entretenida, pero definitivamente sufre del síndrome “El que mucho abarca, poco aprieta”, se tiran varias subtramas que podrían haberse explotado en una sola película y hubiera funcionado sin la fusión de varias en una sola. Es como Spiderman 3, se trataron de meter varios villanos en una misma película para generar la situación de que nuestros héroes vivan acorralados, pero podrían ser tratados en películas diferentes y quizá hubieran tenido un desarrollo mejor. Ejemplo de eso son los Dinobots, su aparición se aplaude de pie pero quedan un poco metidos con calzador en la historia.
En ese sentido, la sobrepoblación de villanos y el cambio casi total del plantel de Autobots (Sólo siguen Bumblebee y Optimus) seguro que sirve para que Hasbro venda más muñequitos pero, seamos sinceros, esta franquicia nació de eso y no se puede esperar algo diferente. Eso sí, la cantidad de publicidades subliminales es abrumadora, Suar la ve y se le cae la baba! 
En definitiva, Transformer 4 resulta un entretenimiento de calidad, con efectos que te van a dejar la mandíbula por el piso, pero definitivamente podía ser mejor. Para pasar la depresión post Mundial, rinde bastante. Hubiera ayudado más si la ciudad que destruían era Berlín, pero todo no se puede, macho.