Cuerpos de plomo, corazón de fuego...

Metegol  (2013)
Dir. Juan José Campanella 
Reseña de Huguito
Antes que nada, hay que puntualizar una cosa: Metegol va a marcar un hito en lo que a la cinematografía animada latinoamericana se refiere, pocas veces se ha visto tanta calidad técnica a la hora de realizar una película de tales características. Es cierto que contó con la layuda de grandes empresas (Intel, Hp, la propia Univeral que se encarga de su distribución) y de años de laburo para lograr su cometido, pero el resultado es algo digno de admirar. Alguien se acuerda de Condor Crux? Esa cinta fue la primera que utilizó el 3D animado en nuestro país y pocos la recuerdan, en el caso de Metegol, creo, la cosa va a variar y mucho, porque a este juego lo sostienen más que cuatro patas...

Cabe señalar, también, que Metegol, antes de ser una película de animación, es una película de Campanella, con todo lo que ello significa, con a importancia de las historias simples, de barrio, donde hay un protagonista pero el elenco de secundarios son los que llevan las riendas de la historia, dotándola de la fuerza que a veces le falta al guión en momentos determinados, pero vayamos a la historia en sí. Acá se apela a la identidad como el espíritu movilizador, como el catalizador para que las cosas, por más imposibles que parezcan, se pueden llevar a cabo.

Dicen los que saben que está basada en un cuento de Fontanarrosa. Lo cierto es que yo, que no sé, les puedo decir que el "basado" es muy tangencial, ya que "Memorias de un Wing derecho", tal es el nombre del cuento al que hacen referencia, es un relato en primera persona de, valga la redundancia, un wing derecho de River, pero de un metegol. En el primer teaser que se conoció sobre la cinta incluso mostraba parte del relato en la voz de Pablo Rago, pero dicho metraje no figura en el corte final.
Igualmente, la referencia se infiere de algunos textos de la película, en donde los personajes recuerdan un partido jugado por un tipo que era buenísimo con el metegol, pero que le gustaba más el escabio. 

La película empieza con un homenaje a "2001 Odisea del Espacio" muy bien logrado y luego nos mete en la casa de una familia, donde un chico que parece estar ensimismado en el mundo electrónico acepta, casi de mala manera, que su padre le cuente una historia, la historia de un muchacho de pueblo llamado Amadeo, que tenía dos pasiones: Laurita, la chica del barrio y el metegol del bar donde trabajaba, pero digamos que tenía más habilidad con lo segundo que con lo primero. Incluso había dotado a los jugadores de un equipo de personalidad propia, pintándolos de acuerdo a la personalidad que él pensaba que tenían.
Un friky el pibe, seamos sinceros.
Hasta que un día se enfrenta con Grosso, el chico malo del barrio, con el que arranca 3-0 abajo pero a puro amor lo da vuelta. Esta herida abierta no iba a parar de sangrar...
Pasan los años, el bar sigue con los mismos parroquianos de siempre y Amadeo sigue enfrascado en su mundo de plomo, cuando las fichas se le caen una encima de la otra: Laurita le dice que se va del pueblo en el mismo momento que Grosso vuelve como el hijo pródigo, como el mejor jugador de futbol del mundo,  pero con unos documentos que lo hacen dueño de todo el lugar y llevando a cabo su primera orden: Demoler el viejo bar y destruir el metegol, testigo privilegiado de su única derrota.
Amadeo corre para salvar lo poco que queda del juego, que es elevado por una grúa con destino incierto, quedándose solamente con Capi, el Wing derecho del metegol.
Y como ya lo hiciera Gepetto, una lágrima suya vuelve a la vida a la figura de plomo, la cual le indica que para salvar al pueblo va a necesitar de la ayuda del resto de sus compañeros y rivales. Y lo que empieza por una búsqueda desesperada de los restos del equipo se transforma en un desafío hercúleo cuando el Grosso le proponga a revancha, pero en una cancha de verdad. Ahí se verá la verdadera grandeza, no solo de Amadeo y sus pequeños amigos, sino de la gente de un pueblo que lucha por su identidad.

Técnicamente la película es impecable, el laburo que tienen tanto de los personajes como en lo que hace a la ambientación de los escenarios es sublime, por lo menos para los standards que estamos acostumbrados por estas pampas. Y quiero hacer hincapié en el tema de las voces: Yo soy de los primeros en criticar los doblajes "en argentino" como el de Los Increíbles o Cars, pero en esta cinta es fundamental, más que nada por el método de laburo aplicado. Campanella hizo que los actores no sólo le prestaran la voz, sino también el cuerpo a las escenas, realizando un laburo que no se hace mucho como es el de tomar todas las voces juntas marcando una escena. Y los actores que se eligieron supieron dotar muy bien de personalidad a los personajes que interpretaron, por lo que su labor resulta fundamental para que se genere esa química con el público.
Y este tema quizá es el que le juegue un poco en contra a nivel internacional.
Ya sé que en otros lados tendrán otros doblajes (Incluso otro nombre, en España es Futbolín, tal y como lo conocen al juego), pero hay cosas que son muy características nuestras. Por ejemplo, hay un jugador que es cordobés, y ya la tonadita misma es graciosa, pero no sé si va a tener el mismo impacto afuera los chistes que tira. Igualmente, la película no abusa de modismos localistas, lo que resulta un punto a favor en el mismo sentido. Veremos cómo le va a fuera.

En resumen, Metegol es una historia simple pero no por ello deja de ser interesante y espero que sea el ticket de entrada para una nueva oleada de cine de animación de calidad en la región. Quedó comprobado que material humano hay de sobra para hacer bien las cosas, esperemos que no se duerman en los laureles como el Grosso y sigan como Amadeo, apostando por su sueños aún frente al partido más difícil de su vida.
Golazo de Campanella (Chick, Pum, y suena el latir de la pelota contra el fondo de la red de plomo del mítico Metegol Estadio. Vamos, que todos lo escuchamos al mismo tiempo, o no?)