
Serializada
durante 1937 en el diario “El Mundo”.
por Dante
Quinterno.
Reseña por
Lucas.
Hola amigos, hace rato que quería hablar del que es a mi juicio el personaje de historieta argentino más popular de todos los tiempos. Obviamente hay quienes le hacen sombra pero para mí el cacique no tiene comparación.
El problema con el último descendiente de los Patoruzek y su mitología es que “Editorial Universo” nunca dio luz verde para que se realicen historias actuales de los personajes (films de Patoruzito e Isidoro al margen) esto conlleva dos cuestiones: la primera es que lo que se publica al día de hoy son refritos eternos de las historietas serializadas en la revista semanal (que luego eran recolectadas en la revista mensual “Andanzas de Paturuzú”) o historias que eran exclusivamente producidas para la revista mensual.
Hola amigos, hace rato que quería hablar del que es a mi juicio el personaje de historieta argentino más popular de todos los tiempos. Obviamente hay quienes le hacen sombra pero para mí el cacique no tiene comparación.
El problema con el último descendiente de los Patoruzek y su mitología es que “Editorial Universo” nunca dio luz verde para que se realicen historias actuales de los personajes (films de Patoruzito e Isidoro al margen) esto conlleva dos cuestiones: la primera es que lo que se publica al día de hoy son refritos eternos de las historietas serializadas en la revista semanal (que luego eran recolectadas en la revista mensual “Andanzas de Paturuzú”) o historias que eran exclusivamente producidas para la revista mensual.
Este ciclo va
desde fines de los cincuenta (cuando Tulio Lovato le da a la tira su look
definitivo) hasta que Quinterno decide que no se va a producir material nuevo,
más o menos a fines de los setenta.
Otro problema
es que al pobre Patoruzú nunca lo agarró un guionista para aggionarlo, ya que
sus aventuras llegan hasta fines de los setenta/principios de los ochenta,
mucho antes de que se hiciera un revisionismo histórico respecto de las
campañas del desierto por parte de Roca; Alsina o Sarmiento por lo que en los
últimos años empezaron a surgir intelectuales que atacaron a la criatura de
Quinterno por ir en contra del llamado revisionismo histórico (se nota que
estos tipos nunca fueron chicos ni aprendieron a leer con el cacique).
Hay que decir
que un habitante originario, dueño de una estancia, millonario a más no poder y
encima cacique de una tribu que se muestra muy rara vez suena raro sobretodo
porque las aventuras del cacique comienzan a fines de 1920 cuando los
genocidios de Roca & cia estaban muy presentes todavía.
Este
revisionismo extraño porque estamos hablando de una tira sobre un tipo que
patea un tiro libre y lo cabecea él mismo, es la versión local del que se le
aplica a Tintin cuando se acusa a Hergé de colaboracionista (curiosamente
Steven Spielberg no se hizo problema para adaptar los tomos que fueron
publicados en Bélgica durante la ocupación Nazi), o a Scrooge Mcduck por ser un
adalid del capitalismo (cuando el personaje siempre fue mostrado como un tacaño
al extremo) o a los dibujos de Bugs Bunny por la extraña afición del conejo por
transvertirse.
Hay que decir
una cosa: Dante Quinterno nunca metió a sus personajes en política, más allá de
sus ideas personales, si hoy se puede ver una realidad muy naif en el mundo
ficcional del cacique tehuelche y su familia es porque lo vemos desde el
revisionismo que muy justamente denunció a la “conquista del desierto” como el
genocidio que en realidad fue.
Pero retomando
la tira Patoruzú nunca tuvo mensaje político, y siempre tuvo muy presente que
tenía que entretener, lo que explica la permanencia del personaje y su familia.
Patoruzú nace
como Curugua-Curuguaguita en la última tira publicada en el diario “Crítica” dentro
de la serie “Las aventuras de Don Gil Contento”, en 1928 (esta única tira fue
publicada por el diario Clarín en el tomo dedicado a Patoruzú hace algunos
años) posteriormente Quinterno pasaría al diario “La Razón” donde comenzaría la
tira diaria “Julián de Montepío”, un antecedente directo de Isidoro Cañones.
En 1930 retoma
en esta serie a Patoruzú, casi con el mismo pretexto que en la tira anterior.
El éxito del
personaje es tal que la tira pasa a llamarse “Patoruzú” (junto a Julián de Montepío
no Isidoro, recuerden) en 1931.
Esto es
importante porque estas son tiras que no han sido recuperadas, más allá de que
en los últimos años y gracias al esfuerzo de los coleccionistas empezó a
aparecer material de esta época pérdida del personaje.

El problema
que encontró Quinterno fue que no podía disponer de Julían de Montepío porque
era propiedad del diario “La
Razón” y antes de mudar la tira funda el Sindicato Dante
Quinterno, a imagen y semejanza de los “Syndicates yankis” que comercializan
las tiras a los diarios pero respetando los derechos del autor, esto es
importante porque retendría los derechos de las tiras que publicaba en el
diario, y que luego reeditaría al dar el lógico paso de la editorial propia.
Esta tercer
versión del personaje mucho más orientada a la aventura, sin abandonar la
corriente humorística comienza con Patoruzú recién llegado de la Patagonia y
encontrándose en un circo con Isidoro Cañones, fundando una amistad que sería sellada
cuando una gitana le lee la mano a Isidoro y le dice que esta predestinado a
pasar miles de aventuras junto al cacique tehuelche, quién bautiza a Isidoro
como “el padrino”.
Esta es la
versión definitiva que se publica al día de hoy, y así llegamos al año 1937 con
la tira casi recién nacida, y todavía buscando sus personajes secundarios.
Lo primero que
llama la atención en el arco argumental que se conoce como “Discípulo del
diablo” es el ritmo frenético que Quinterno le imprime a la historia, que tiene
dos partes muy diferenciadas, la primera es la carrera en la búsqueda de la
reliquia de los Patoruzek por parte de
Patoruzú e Isidoro contra el que sería uno de los enemigos más importantes del
indio: Gastón Guillotín.
El ritmo de
palo y palo se debe a que es una tira diaria, algo que me resultó muy
interesante ya que la única versión de Patoruzú que yo leí es la refritada actual
que por más que se trataba de historias serializadas en la revista semanal, no
era una tira de cuatro cuadros sino que se trataban de secuencias distribuidas
en varias páginas, dando más lugar a la caracterización.

En la segunda parte, en mi opinión mucho más interesante que la primera la historia se desplaza a la ciudad y tiene lugar una muy buena comedia de enredos donde además de reaparecer Gastón, aparece el que será la némesis nº uno del cacique: “Mandinga”.
Acá sí que
Isidoro cobra toda su potencia y se transforma en el reflejo de la moneda del
indio: avaro; capitalista; cagón y traidor (a pesar de que siempre se termina
arrepintiendo de haber traicionado a su “ahijado”).
Es de hacer
notar que al poquito tiempo se completaría el elenco de la serie con la
incorporación de la Chacha;
Ñancul y sobretodo Upa.
Es interesante
leer estas historietas porque el estilo “puro” de Quinterno esta lejos del que
luego se impondría como “estilo de la casa” basado sobretodo en el refinamiento
que haría sobre los personajes Tulio Lobato (en el tomo de Clarín a
continuación de esta aventura se publica una de 1959 lo que sirve bien para
contrastar el cambio de estilo, siempre respetando las bases de Quinterno).
El estilo de
Dante esta más cerca de Segar (Popeye) o de la producción de la factoría Disney
ya sean sus cortos o la labor de Floyd Flottgerson que daría vida a la “comic
strip” de Mickey, los patos de Carl Barks, otra influencia que uno podría
encontrar vendrían en los cincuenta cuando Patoruzú ya estaba afianzadísimo.
Lo dicho una
historia extraña para los que crecimos y aprendimos a leer gracias a Patoruzú;
Patoruzito e Isidoro más que nada por el carácter de “tira diaria” que le da un
ritmo frenético y además por ver la infancia de una serie que duro décadas,
sobretodo en el desarrollo del personaje de Isidoro Cañones, cuando era un
dandy caído en desgracia que apadrinaba al indio Patoruzú y todavía le quedaban
décadas para ser el “Rey de los playboys”.
P.D. Extiendo
mi agradecimiento a las páginas de las cuales saque las imágenes que adornan el
post y sobretodo a www.patoruzuweb.com.ar.
6 comentarios:
Muy bueno Lucas, estás para dar catedra en la facultad amigo, si algún día que la suman como catedra al Iuna tenés que estar ahí.
De Patoruzú no leí nada todavía, pero gracias a tus post ire mirando a ver que puedo leer (con el de Spiderman tambien me inspiro tu post y me leí algunos clasicos)
Me acuerdo que cuando era chico y estaba enfermo, mi abuela me traía las Patoruzito, me las leía de un toque.
Excelente post Lukines!
gracias leito se nota que sos amigo chei!!!
patoruzu me encanta y hace AÑOS que quería dedicarle un post, como hace poco me dio por releer el libro que publicó clarín en "la biblioteca de la hisotorieta" me parecio la oportunidad perfecta para no hacer un post copiado de wikipedia.
aprovecho para comentar que es un crimen que no haya una VERDADERA REEDICIÓN DEL MATERIAL ORIGINAL, para ver la evolución de Quinterno y los autores que lo sucedieron en la serie como el nombrado Tulio Lobato, Laura Quinterno (guionista de la mayor parte de las aventuras) o Mirco Repetto entre otros.
Lo más cercano a ver este tipo de material es la labor herculea de los fans en las web, y el tomo mencionado de Clarín, que viene con un prólogo del querido negro Fontanarrosa. saludos cerrados.
EXCELSIOR!!! Muy buen post Luquitas! Patoruzú, como a todos ustedes, me acompañó duarnte gran parte de la infancia, recuerdo cuando mi viejo me la compraba y yo los iba apilando...Mire cómo será mi unidad con el indio que luché y por suerte tuve éxito para hacer de él el emblema de la bandera de egresados de mi curso, dibujada por quien les escribe.
Esperemos que Clarín se cope y saque algo como lo que hizo ahora con Clemente, aunque calculo que el tema derechos debe ser un poco más comlpicado...
grande huguito!!! el tema derechos no es complicado: son de "editorial universo" que hoy publica los refritos de toda la vida.
es más la editorial desde la muerte del viejo esta controlada por los hijos, que se resisten a producir material nuevo aún cuando había autores como el gran carlos trillo que se les hacía la baba con tal de trabajar con los personajes.
y además han mostrado interés en licenciar los personajes como demuestran las horribles películas de paturuzito y el isidoro con voz de dady brieva.
a lo que voy es que se podría hacer un libro de la misma forma que se hizo uno con Isidoro (no recuerdo la editorial creo que fue ediciones de la Flor), reeditando el material cronológico original.
saludos.
patoruzu tendria que modernizarse con nuevos artistas, seria mas redituable asi para los que tienen los derechos en su poder...
opino igual que vos ywing, sería redituable para TODOS, porque un personaje TAN popular como el cacique patoruzu, genera puestos de trabajo para guionistas y dibujantes.
estaría bien además que cuando los tataranietos de Quinterno decidan publicar material nuevo elijan talento y no barato.
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